La dipladenia es una trepadora perenne que resalta por brindar hermosas flores de gran tamaño y en vivos colores. Por ello, es una de las favoritas de los paisajistas y jardineros, quienes la utilizan como ornamento para terrazas, jardines y espacios públicos. Es de clima tropical y su cultivo es de bajo mantenimiento.
La planta dipladenia es también conocida como mandevilla y pertenece a un género botánico de las trepadoras ornamentales, por lo que resulta ser una de las más buscadas a la hora de decorar arcos o glorietas, jardines y terrazas.
Su origen se relaciona con América del Sur, específicamente es nativa de Rio de Janeiro, Brasil; lo que determina sus necesidades, particularmente en cuanto temperatura se trata. Así mismo, posee un porte herbáceo y en su entorno natural puede alcanzar una altura de varios metros.
Una característica particular de esta planta es que puede llegar a ser tóxica si se ingiere. Así mismo, cuando cortamos cualquiera de sus ramas podemos ver que su interior contiene látex, una sustancia blanca y viscosa que al contacto con la piel podría causar irritación; por lo que es aconsejable utilizar guantes al momento de realizar su poda o su manipulación.
Las flores, su mayor atractivo
Sus flores tienen forma de trompeta con un centro usualmente amarillo y se desarrollan en largos pedúnculos, donde forman pequeños racimos. Además, algunas variedades como la mandevilla laxa o jazmín chileno, brindan un exquisito aroma semejante al de las gardenias.
Podemos encontrarlas en los jardines ornamentando con sus hermosos colores. En tal sentido, se pueden elegir versiones de dipladenia blanca, dipladenia roja y también existen variantes en tonos rosa y amarillo.
Su periodo de floración abarca desde la estación primaveral hasta el otoño; especialmente si está ubicada en un entorno con un clima que la favorezca. En esta época las flores crecen de forma gradual, ubicándose de 2 a 3 en los tallos. Además, es una flor que atrae mariposas, abejas y colibríes.
Acerca de sus cuidados
Ubicación e iluminación
Para tener una dipladenia los cuidados comienzan por ofrecerle la iluminación adecuada. El lugar ideal para mantener siempre hermosa esta planta todo el año podría ser un invernadero, balcón o pórtico donde el sol ilumine suavemente. Si la ponemos al aire libre, debemos buscar un lugar con sol parcial, evitando las corrientes de aire y los rayos solares directos.
Si elegimos poner la planta dentro de la vivienda, debemos seleccionar un espacio lo suficientemente iluminado y lejos de ventanas o puertas. Además, debemos evitar que quede cerca de los radiadores y de otras fuentes de calor.
Riego
El riego debe regular, especialmente en el periodo de su floración. Esto favorece que la tierra seque entre cada uno, evitando su encharcamiento o el exceso de humedad. Así mismo, cuando está colocada en el interior durante el invierno, debemos espaciar los riegos. Igualmente se debe tener cuidado en este punto cuando esté sembrada directamente en el suelo, ya que sus raíces profundas son capaces de mantener el agua.
Sustrato y abono
Entre los cuidados de la dipladenia, la calidad del sustrato es uno de los más importantes. En este sentido, el sustrato debe ser rico en nutrientes, suelto y bien drenado. Además, debemos proveer un abono con mayor cantidad de fósforo que de nitrógeno y potasio. Esto ayudará a dar fuerza a la planta durante la floración.
Temperatura
Dado que se trata de una planta originaria de un clima cálido, su temperatura ideal oscila entre los 15 y 29°C. Es decir, que la dipladenia es una especia friolera que no soporta las heladas ni las temperaturas inferiores a los 7 grados. Por ello, debemos resguardarla lo mejor posible durante los meses de invierno.
Poda
La dipladenia se poda en primavera, preferentemente, a fin de prepararla para el verano. Se trata de una tarea sencilla en la que solo debemos retirar sus ramas rotas o secas. En cuanto comience a madurar y a crecer, la poda deberá ser más rigurosa.
Lo que debes saber de su cultivo
Ante todo, es fundamental considerar que el mejor momento para multiplicar, trasplantar o cultivar la dipladenia es cuando la planta no está en su periodo de floración.
Si la siembra se realiza directamente en el suelo, no podemos dejar de lado la importancia de elegir un lugar adecuado para su pleno desarrollo, ya que se trata de una planta que a medida que crecen sus tallos adquieren características leñosas. Por ello, es aconsejable dejar un espacio suficiente entre la dipladenia y otras plantas.
Para plantarla, primeramente debemos comenzar por remover la tierra con una pala, agregar compost para una óptima retención de nutrientes y después proceder a cavar un hueco que no sea tan profundo para sus raíces.
Así mismo, si buscamos que la mandevilla o dipladenia trepe y se desarrolle como una enredadera, debemos facilitarle un enrejado para este fin. También podemos cultivarla en el suelo a modo rastrero.
Además, es una especie que fácilmente se desarrolla en cestas colgantes o en macetas. En tal sentido, debemos contar con una maceta provista de un buen sustrato, el cual debe contar en el fondo con una capa de drenaje; bien sea arcilla o grava, a fin de que el agua circule sin problemas.
Conoce las técnicas de multiplicación
Para reproducir esta planta, la época más recomendada es en primavera. Podemos utilizar dos técnicas para ello: por semillas o por esquejes. En el caso de las semillas, debemos remojarlas durante 12 horas previas al cultivo y sembrarlas en el suelo a poca profundidad. A los 30 días se podrán ver los primeros brotes.
Pero si no queremos esperar, podemos optar por los esquejes. Estos deben ser cortados en primavera o en verano, con 10 cm de longitud. Se procede a limpiarlos del látex, impregnarlos con polvo de hormonas y después los colocamos en arena dentro de un invernadero.
Enfermedades de la dipladenia
Como la mayoría de especies vegetales, la planta en cuestión también puede ser atacada por algunas plagas. En la dipladenia las enfermedades se pueden identificar a través del cambio de coloración de sus hojas. Si tienes una dipladenia con hojas amarillas o marrones probablemente esté siendo atacada por algún virus. Pero también podría ocurrir que esté siendo víctima la araña roja. Para evitar el daño a las hojas o la muerte de la planta es fundamental controlar la plaga con un producto especialmente elaborado para este fin.