En color blanco, amarillo o con cartuchos de flores rojas, rosas y otros tonos más, la zantedeschia es una planta que no pasa desapercibida. Pero su belleza no es el único atributo relevante. En tal sentido, hay más de una ventaja en saber cuándo plantar calas y cuidarlas para que prosperen en el jardín.
Asociada a la mitología griega, y con una apariencia que ha inspirado diversos significados, la cala es una planta de gran potencial ornamental. Por eso, la vemos decorando y siendo protagonista de amplios jardines en zonas con climas templados. De igual manera, es una planta con significado para quienes la obsequian en momentos especiales o quieren utilizarla como adorno en bodas.
Si bien es una planta tóxica si se consume cruda debido a su contenido de oxalatos, se dice que su aplicación directa sobre heridas puede ayudar a cicatrizarlas. En cualquier caso, su cultivo no es tan complejo como algunos podrían suponer y a continuación explicaremos cuáles son, en las calas, los cuidados más importantes que se deben proporcionar para su sano desarrollo.
Nombres comunes y características
Si en algún momento te preguntaste ¿qué es una cala?, probablemente lo que sucedió fue que conocías a la zantedeschia aethiopica con otro nombre. En América se le dice alcatraz, pero también se le nombra en otras zonas del mundo como cartucho, aro de Etiopía y lirio de agua e, incluso, flor de pato o flor del pato.
Conociendo su origen
Lo mejor es estar informado acerca de cuál es su estado natural de la planta de cala y el ambiente que ha dado lugar a la especie. De esta manera, podrás adaptar su entorno para que sea similar y, en consecuencia, la flor de cala aparezca llegado el momento.
El lirio de agua es una planta proveniente de África, específicamente de los pantanos del sur. Esto ya nos da una idea del tipo de clima que necesita para prosperar. Es decir, un riego abundante cuando la temperatura es propicia, lo que le ayuda a florecer.
Sin embargo, en algunos meses (aproximadamente 3 meses en la mayoría de las especies de calas) también necesita permanecer ligeramente húmeda, para que repose. Esto simulará los tiempos de sequía que ocurren de forma natural en los pantanos, cada año.
En general, es una planta que se adapta bien a sitios con temperaturas entre 15 a 20 ºC en épocas de floración. Aunque en los periodos de descanso tolera bien una temperatura de 10 ºC. Por este motivo, cuando se cultiva en lugares en donde las temperaturas descienden a niveles bajo cero, se deberá recurrir a la siembra anual, ya que no logrará sobrevivir. O bien, se le debe trasladar a un lugar que mantenga la temperatura adecuada y la suficiente luz, durante este periodo.
Multiplicación
Hacerse de más calas resulta sencillo cuando se tiene una planta que ha alcanzado la madurez y ha terminado su época de floración. En este momento es cuando se considera adecuado extraer el rizoma y dividirlo. Lo importante es que se separen para crear nuevas plantas solo las zonas con al menos dos yemas.
Para evitar que las bacterias y hongos ataquen la sección en donde se realizó el corte, lo más recomendable es tratar la superficie con un fungicida. Para asegurar el efecto del tratamiento, se deja secar el rizoma de uno a dos días. Mientras esto sucede, se prepara la maceta en donde crecerá la planta en sus primeros días. No es necesario que sea muy grande, bastará con una de 10 cm de profundidad y el mismo tamaño de diámetro. Para proveer de los nutrientes necesarios durante esta etapa, se prepara un sustrato con tierra fértil y turba.
Parte importante de que este periodo sea exitoso es mantener la maceta en un lugar cálido, a una temperatura de 20 a 25ºC, regando solamente para humedecer la tierra un poco.
Si todo el proceso se ha llevado a cabo correctamente, los brotes nuevos crecerán. Una vez que logren alcanzar los 20 centímetros, la nueva planta estará lista para ser trasplantada a su lugar definitivo. Siguiendo este proceso, al llegar la nueva época de floración, podrás reunir un gran ramo de calas, para decorar el interior de tu hogar. Será tu decisión elegir si se tratará de calas blancas, moradas, matizadas de dos colores o las exóticas calas negras.
Como se ha mencionado, al terminar la época de floración, la planta necesita entrar en un periodo de inactividad. Al cultivarla en casa, el sustrato se debe regar con cuidado, proporcionando sólo la cantidad de agua suficiente para que no se seque; nunca deberá encharcar. La razón tras este riego tan ligero es que un exceso podría ofrecer el ambiente ideal para que las bacterias y hongos ataquen la raíz y la pudran.
Su significado y cómo se relaciona con la mitología
Un dato curioso relacionado con las flores de calas es que han sido mencionadas en varias leyendas de la mitología. De hecho, se dice que la flor representa a Hera, una de las diosas griegas. La historia cuenta que estas plantas surgieron como resultado de las gotas de su leche que cayeron al suelo.
Al igual que sucede con otras especies, la cala tiene flores a las que se les otorgan diferentes significados. Las blancas se asocian con la pureza y fidelidad, por eso se utilizan en las bodas. También son un símbolo de renacimiento, dado que florecen en una época cercana a la Pascua.
La cala roja es, quizá, la variación de color que sigue en popularidad a la blanca. No solo por su tono intenso tan atractivo, sino porque se le ha utilizado para representar la pasión, por lo que se regala con frecuencia a la persona amada.