Cómo cortar un árbol con una motosierra

Última actualización: 28.04.24

 

El corte de un árbol con una motosierra puede parecer una tarea sencilla, pero si la misma no se realiza de forma correcta puede acabar siendo un problema, especialmente en lo relacionado con la seguridad.

 

Una de las tareas más habituales para las que utilizamos una motosierra es el corte de árboles. Una labor en la que es fundamental tener claro cuál es el procedimiento que debemos seguir, a fin de evitar que el árbol caiga allí donde no debe o que una rama perdida nos acabe dando un golpe. Así que para que tengas más claro cómo proceder para cortar un árbol de forma segura, te dejamos algunos consejos sobre cómo proceder y ganar en seguridad, a la hora de realizar este tipo de trabajos.

 

Eligiendo la motosierra

Aunque no es una labor propiamente dicha, en lo que al proceso de corte se refiere, lo cierto es que contar con la mejor motosierra (En este enlace puedes encontrar algunas opciones de compra) conforme al calibre del corte que vayamos a hacer es algo fundamental. Nos vamos a entrar en detalle, pero como referencia deberíamos saber que los expertos recomiendan que la espada de la motosierra tenga una medida que sea un 20% superior a la del diámetro de los árboles que vayamos a contar. Esto se traduce en que una motosierra de unos 20 centímetros de espada sería suficiente para cortar árboles de 18 centímetros de diámetro, mientras que una de 45 centímetros de espada sería adecuada para cortes de hasta 37,5 centímetros, aproximadamente.

De todos modos, si empleamos la técnica adecuada es posible cortar árboles de hasta el doble del tamaño de la espada, aunque para los trabajos que normalmente llevaremos a cabo en nuestro jardín es posible que esto no sea necesario. Pero siempre está bien saber que tenemos esta posibilidad.

 

Calculando la caída

Una de las cuestiones más importantes a la hora de preparar el proceso de corte del árbol es calcular dónde va a caer el tronco. Algo para lo que debemos tener en cuenta diversos factores, relacionados con la forma del árbol, la orientación del mismo y la distribución de sus ramas. En concreto, el árbol va a tender a irse a aquella zona en la que mayor cantidad de ramas y de peso tenga, así como la zona hacia la que esté orientado el propio árbol, que raramente crece recto.

Lo peor de todo es que esta zona de caída suele ser difícil de modificar, así que a menos hagamos un desramado, el árbol va a caer prácticamente en la zona en la que naturalmente tiene que caer. Algo que nos obliga a extremar las precauciones al respecto, así como a verificar la seguridad a la hora de tirarlo, como veremos a continuación.

 

 

Preparando la zona de caída

A fin de evitar problemas durante la caída del árbol, es necesario comprobar que no haya elementos que el árbol pueda arrastrar durante su caída. Entre estos elementos tenemos cables eléctricos o telefónicos, farolas, vallas, antenas o cualquier otro elemento que pueda acabar siendo un problema.

Algo parecido ocurre con la zona de caída, de la que deberemos eliminar todo aquello que podamos, a fin de evitar que estos objetos se rompan con dicha caída. Una precaución que debemos extender también a la zona aledaña a la de la caída, puesto que es muy probable que las ramas que forman parte del árbol se partan y puedan salir disparadas en cualquier dirección. Así que cuantos menos riesgos, mejor.

 

Últimas medidas de seguridad

Para rematar las medidas de seguridad, nos quedan un par de pasos. El primero es establecer la ruta de huida. Esta es la ruta a través de la que escaparemos una vez que el árbol empiece a caer. La ruta debe estar libre de objetos que puedan causar un tropiezo y estar siempre enfocada a la zona contraria hacia la que el árbol vaya a caer.

En paralelo, deberemos señalizar la zona de seguridad necesaria para evitar riesgos, tanto en la zona de caída como en la de trabajo en la que nos encontremos. En estas zonas no debería haber personas ni animales en el momento en que empecemos a trabajar.

 

Desramado del árbol

Dicho todo esto, es el momento de proceder al corte propiamente dicho. Lo primero que deberemos cortar son aquellas ramas de gran tamaño situadas en la zona opuesta a aquella sobre la que queramos que el árbol caiga. La idea es dejar más peso en el lado del árbol hacia el que queramos que este caiga, de modo que la gravedad y el peso de dichas ramas nos ayuden a dirigir su caída.

En general, no hay un planteamiento concreto de cómo debe hacerse este desramado, aunque lo suyo es retirar las ramas más gruesas de la zona, así como de todas aquellas ramas que puedan molestar durante el proceso de corte de la cuña. Adicionalmente, puedes cortar alguna rama que pueda molestar a la caída en la zona donde el árbol caiga, aunque siempre debemos centrar el desramado en la zona hacia la que queremos que el árbol caiga.

Haciendo la cuña

Con el árbol ya preparado, es momento de tomar la motosierra de nuevo y empezar a realizar la cuña de corte. Este corte se realiza en la zona de la base y tiene por objeto orientar el árbol hacia el suelo de la forma que nos convenga. Empezaremos realizando un corte en un ángulo de unos 60 grados, desde arriba hacia abajo, a una distancia aproximada de un cuarto del diámetro del tronco. 

A continuación, realizamos un corte a 30 grados desde abajo hacia arriba, hasta coincidir con el punto del corte previo. Esta cuña es la que orientará la caída del árbol, así que es clave enfocar la misma a la dirección en la que queremos que se produzca dicha caída.

 

Corte final

Llegados a este punto, es clave que la motosierra esté bien cargada de gasolina y debidamente afilada, dado que el siguiente corte es vital y no puede pararse por nada. Procederemos a cortar desde el lado opuesto a la cuña en dirección a la misma, a una altura aproximada de 3 centímetros por encima de la zona de la cuña y otros 3 centímetros antes de llegar a la misma. La idea de este corte es eliminar el apoyo vertical del árbol, de modo que el peso del mismo fuerce la cuña y, con ello, su caída.

Es clave no excedernos en el corte, pues podemos eliminar el apoyo completo del árbol y provocar su caída antes de tiempo, que además se producirá seguramente sin control. Por otra parte, si durante este proceso oímos algún crujido, que nos indique que el árbol va a caer, es vital que dejemos la motosierra en el suelo y salgamos corriendo a través de la ruta de huida, hasta que el árbol toque el suelo.

 

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