En macetas, decorando las terrazas y balcones o plantada directamente sobre el suelo, la verbena puede ofrecer un atractivo espectáculo. Es una planta que requiere pocos cuidados y puede convertirse en la favorita cuando se desea decorar un espacio con flores coloridas de diversas combinaciones.
Por su versatilidad, que permite dar toques de color en el césped o decorar terrazas al utilizarla en macetas para crear espectaculares macisos, la verbena es una de las plantas más utilizadas en los jardines. Además, las verbenas son hasta cierto punto resistentes y su floración es exuberante. Por otra parte, existe tal variedad de colores y estilos de flores, que siempre será posible encontrar alguna que vaya de acuerdo a las expectativas del proyecto que se tiene en mente.
A continuación, te ofrecemos más información acerca de esta especie, quizá decidas incluirla en tu hogar.
Características principales
A la verbena Hybrida también se le puede encontrar con el nombre de verbena Hortensis y, al ser una planta cuyo origen es tropical, podemos entender que le agradan los climas templados para poder prosperar.
Se trata de una especie perenne, por lo que al cuidarla como corresponde puede permanecer alrededor de 3 o 4 años en el jardín. Sin embargo, para una mejor floración, se suele cultivar de manera anual, ya que las plantas al envejecer suelen disminuir su producción.
Cabe mencionar que, debido a la distribución de sus tallos, los cuales en el caso específico de la verbena rastrera pueden ir adheridos al suelo, es una buena alternativa cuando se quiere decorar terrenos irregulares, ya que creará cortinas de flores muy atractivas. De igual forma, la verbena colgante es una estupenda elección para balcones y zonas altas.
Cuidados de la verbena
Como sucede con casi cualquier variedad de plantas que ofrecen flores coloridas, es una especie que requiere sol para desarrollarse, aunque se cultiva bien alrededor de árboles que permiten el paso de la luz durante la mayor parte del día. Además, debe ofrecerse un espacio de al menos 25 cm entre plantas, cuando se siembra directamente sobre el suelo, para que puedan extenderse y desarrollarse adecuadamente. De igual forma, si está plantada en macetas, hay que otorgarle a cada una el espacio suficiente para que extienda su follaje.
En el caso de haberla sembrado en lugares cuyas temperaturas descienden por debajo de -1ºC, es necesario plantarla de nuevo al terminar las heladas. En caso contrario, puede sobrevivir al invierno al aire libre, ofreciendo al cepellón algún tipo de aislamiento. De esta manera, será capaz de volver a brotar para florecer en primavera.
¿Cómo plantar verbenas?
Las verbenas suelen generar tallos ramificados de 30 a 40 cm de longitud, en el caso de las variedades que son erguidas. Para las versiones de tallos rastreros, estos pueden alcanzar los 60 cm de largo, por lo que una sola planta puede cubrir una extensión considerable. Debido a esto, se debe planear muy bien el desarrollo, para que sea de acuerdo a lo esperado y las plantas no tengan que competir entre ellas para obtener luz y nutrientes.
Si la vas a plantar directamente en el suelo, lo más recomendable es cavar un orificio que duplique en tamaño al del cepellón. El espacio que quede disponible lo llenarás con una combinación de sustrato y abono, pero este último debe ser de liberación lenta, para que la planta pueda absorber poco a poco los nutrientes.
En el caso de plantarla en macetas, es importante proporcionar una capa de piedra de arcilla, con la finalidad de otorgar un buen drenaje a la planta. Después, se procede a añadir el sustrato, que contendrá el mismo abono mencionado anteriormente, además de compost.
Tipo de sustrato y abono
La verbena no es muy exigente en este sentido. Si se le proporciona un suelo arenoso y rico en humus, tendrá sus requerimientos cubiertos, podrá enraizar correctamente y absorber los nutrientes al regarla con frecuencia. En cuanto al pH, se recomienda que sea neutro.
Poda de la verbena
Para ayudar a que la planta se mantenga en buenas condiciones, es muy importante eliminar frecuentemente las flores secas. Esto favorece la floración. Además, en caso de que la planta permanezca verde durante todo el año, se recomienda realizar una poda a finales del verano. Así, podrá retoñar con mayor vigor para volver a florecer.
Reproducción
Es relativamente sencillo obtener una planta de verbena a partir de las semillas que producen las plantas adultas. Si deseas lograr este tipo de reproducción, te recomendamos recolectar las semillas cuando hayan madurado por completo y utilizar semilleros, mismos que colocarás en un espacio templado para que germinen (a 20 ºC, aproximadamente). Al brotar las semillas, deberás conservar solo las plantas más fuertes, las cuales podrás trasplantar a su lugar definitivo cuando hayan crecido un promedio de 10 a 15 cm. Es recomendable que las nuevas plantas se aclimaten primero, exponiéndolas al clima exterior por períodos de tiempo que irán siendo cada vez mayores.
De igual forma, también es posible obtener nuevas plantas a partir de esquejes. Esta es quizá la forma más rápida y sencilla. En este caso, deberás elegir tallos de 8 a 10 cm, que serán clavados directamente en la tierra. Es importante que el sustrato se mantenga siempre húmedo, pero sin encharcar.
Variedades
A continuación, mencionaremos algunas de las flores de verbena más conocidas.
- Peaches and Cream: Es una variedad aromática de tono crema y con centro amarillo, discreta pero muy bonita.
- Reine des Roses: Es un tipo de verbena rosa que se caracteriza por contar con dos pétalos en color fucsia. Sin duda, una de las preferidas.
- Adonis Mango: Es una flor de verbena con tonos que van del salmón al rojo dentro del mismo ramillete, lo que la hace muy atractiva.
- Apple Blossom: Se caracteriza por su centro de tono rosa intenso, con un borde claro.
Como puedes notar, estas bellas flores fáciles de cultivar son una buena opción para dar un matiz especial a ese rincón soleado que tienes en tu jardín o tu terraza.