Pocas flores han logrado tanta popularidad como las margaritas, una especie que por su sencillez y belleza siempre consigue destacar. Su origen y la manera en que consiguen una rápida adaptación a las variaciones del clima las convierte en una excelente alternativa para darle vida a terrazas y jardines.
Cultivar margaritas con éxito es muy sencillo, en realidad no se trata de tener buena mano con las plantas o algo de suerte, tan solo es necesario conocer los cuidados básicos y elegir un buen lugar para plantarlas.
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Siguiendo con el tema de las margaritas, conviene conocer en primer lugar algunos puntos claves de esta especie, como su origen y variaciones, lo que te ayudará a comprender mejor qué es lo que necesitan para prosperar en tu jardín; así podrás deleitarte con unos racimos hermosos durante varios meses.
Origen y hábitat
Las margaritas son originarias de Europa, principalmente del centro y del norte. Son flores de origen silvestre que se pueden observar tanto en prados como en bosques; de manera especial en los bosques pinares, que son muy característicos de la geografía de España.
Se cree que existen más de 20,000 especies de margaritas diferentes, lo que nos da una idea de la gran adaptabilidad que tienen, razón por la cual hoy en día se cultivan en casi cualquier lugar del mundo.
Existen otras flores que suelen ser nombradas como margaritas, debido a que conservan un gran parecido, sin embargo pueden ser originarias de otras latitudes. A continuación mencionaremos algunos tipos de margaritas que se han vuelto muy populares, ya sea por su colorido o su facilidad para cultivarse en casa.
Crisantemo gigante o Margarita de Shasta (Leucanthemum superbum)
Se cree que esta variedad es originaria de los Pirineos, por lo tanto puede resistir a bajas temperaturas. Se caracteriza por ser una de las especies más grandes de margaritas, ya que puede alcanzar los 120 cm de altura. Además, cada una de sus flores cuenta con un tallo de gran tamaño y bastante rígido por lo que no necesita tutor; gracias a ello es ideal como flor cortada para decorar interiores.
Otra razón por la que suele cultivarse con gran popularidad es porque su periodo de floración dura desde el mes de julio y hasta septiembre.
Margarita mediterránea (Chrysanthemum coronarium)
Esta variedad no solo es apreciada por su belleza, ya que puede mostrar dos colores en sus pétalos, sino porque puede consumirse como verdura, ya que es rica en vitaminas y calcio. De hecho, en China se ha utilizado para calmar el dolor de estómago.
Margarita común Europea (Bellis perennis)
Se distingue de otras margaritas por su resistencia a la siega, por lo que suele colocarse junto con el césped. Además, sus hojas se mantienen muy cerca del suelo, de donde surgen tallos largos que darán origen a las flores. Al igual que la margarita mediterránea, también es comestible y se considera efectiva como antitusiva y expectorante.
Margarita azul (Felicia Amelloides)
Los que buscan una planta resistente, que crezca rápidamente, pueden encontrar en esta variedad las margaritas ideales. Su tono celeste suele ser muy cotizado y por eso se distingue en numerosos jardines de todo el mundo. Al cultivarla se debe tener cuidado con la manera como la luz del sol alcanzará la planta, ya que depende de ella el tono de azul que adquieran las flores. Al
tratarse de una variedad proveniente de África del sur, prefiere los climas secos y calurosos.
Margarita de Canarias (Argyranthemum broussonetii)
La margarita del monte, como también se le ha dado a conocer, es una de las variedades más comunes en los bordes de los caminos de las Islas Canarias, de donde es endémica. A diferencia de la margarita de Shasta, cuenta con varias ramificaciones. También es de fácil cultivo y no requiere demasiados cuidados.
Cualidades generales de las margaritas
Las margaritas son plantas perennes, es decir, que pueden vivir más de dos años si se les cuida bien, por lo que al hacerse con una planta es posible disfrutar de sus flores en más de un verano. Como la mayoría de las plantas con flores, disfrutan de vivir a pleno sol, aunque algunas prefieren ubicaciones en semisombra, pero siempre con un buen acceso a los rayos del sol en determinadas horas del día.
En cuanto a la temperatura, según la variedad de margaritas que se esté cultivando, sus requerimientos pueden variar el rango que la planta es capaz de tolerar. Sin embargo, se considera que son plantas que prosperan con temperaturas alrededor de los 15º C a 25º C.
Las flores comenzarán a aparecer en España alrededor del mes de mayo y continuarán con inflorescencias durante todo el verano.
Abono y riego
Al cultivar margaritas en jardines se debe tener en cuenta la riqueza de nutrientes del suelo, lo cual es fundamental para promover una floración abundante. Lo ideal es utilizar un fertilizante específico, que pueda ser suministrado durante toda la época de floración.
Siempre que se planten en el jardín será necesario remover muy bien la tierra, garantizando que esté lo suficientemente suave para que las raíces puedan
introducirse en ella. Se recomienda utilizar una azada o rastrillo para romper cualquier terrón que dificulte su crecimiento.
Por lo que respecta al riego, las margaritas deben regarse regularmente, observando las condiciones del clima. En caso de ser muy caluroso será necesario regar cada 2 días, por lo menos; aunque en la época fría bastará con espaciar el riego hasta cada 10 a 14 días. Lo más importante en este aspecto es evitar los encharcamientos, por lo que el sustrato debe drenar bien. Siendo así, conviene que tenga un poco de arena en su composición, la cual se encargará de evitar que las raíces estén constantemente en contacto con el agua.
Ahora que conoces más acerca de estas bellas flores, no dudes en probar tus habilidades en jardinería y añádele encanto con ellas a tu terraza o jardín.