Durante los primeros meses del año hasta llegar la primavera, las azaleas ofrecen una fiesta de colores que adornan los balcones, terrazas y jardines. Es una planta ornamental por excelencia, por lo que es la predilecta de los paisajistas para vestir grandes áreas verdes con la desbordante belleza de sus flores.
El nombre de la azalea proviene de “azaleos”, palabra griega que significa seco y estéril etimología que tal vez haga referencia a sus tallos leñosos y su nombre botánico es Rhododendron indicum. Esta planta ornamental fue cultivada por primera vez en países orientales (Japón y China) y no fue sino hasta el siglo XVIII cuando llegó a Europa (Italia), conquistando a los más expertos jardineros gracias a la exuberancia y belleza de su floración.
La azalea puede cultivarse fácilmente tanto en macetas como en el suelo directamente. También resulta idónea para decorar los espacios internos con hermosos arreglos florales.
Morfología y tipos de azaleas
Es una planta con forma de pequeño arbusto, perteneciente a la familia de las ericáceas conocidas por su abundante floración. A lo largo de la historia se han realizado múltiples hibridaciones de parte de los botánicos, lo que ha generado en esta especie una gran capacidad de adaptación a diferentes tipos de climas.
La planta azalea tiene un follaje que ofrece una coloración verde, la que se transforma en un atractivo color púrpura cuando llega el invierno. El tamaño de sus hojas está relacionado estrechamente con la variedad de azalea en particular; algunas tienen hojas pequeñas y en otras pueden llegar a medir hasta un metro. Así mismo, sus hojas presentan siempre un aspecto ovalado.
Con respecto a sus flores, estas crecen en las axilas de las hojas ofreciendo forma de campana con cinco pétalos y conformada en abundantes racimos; por lo que su aspecto es de flores numerosas. Las hibridaciones han hecho posible la aparición de especímenes con la facultad de producir flores en mayor abundancia, llegando con su exuberancia a cubrir prácticamente toda la planta.
A su vez, es una planta que también florece en una amplia gama de colores; por esto, la flor de azalea puede conseguirse en tonos rosa, rojo, naranja y también es común ver azalea blanca.
¿Cuándo florecen las azaleas?
Su periodo de floración es a finales de invierno, extendiéndose a los meses de enero a marzo, incluyendo algunas veces la estación primaveral. Por esta razón, la mejor época para plantarla debe ser la primavera o al principios del otoño.
En cuanto a los tipos de azaleas, actualmente existen más de 1000 especies entre silvestres e hibridaciones y más de 10.000 variedades desarrolladas por los botánicos. No obstante, a modo general, tenemos azalea rosa, azalea japónica cristina, azalea karen, azalea blanca, azalea bonsai, azalea de montaña y otras más.
El cultivo de azalea
Dependiendo de la variedad, esta planta puede cultivarse a partir de esquejes de brotes de tallos leñosos de 15 cm de longitud o también por medio de semillas. Indistintamente de la técnica que se utilice, la azalea debe plantarse a una profundidad de 2 cm, en lugares frescos y en semisombra; pero sin negarle iluminación y evitando siempre el sol directo.
Así mismo, para que la planta crezca y se desarrolle saludable, requiere de un suelo ácido (pH 4,5 a 6,0), rico en humus, drenado y con mucho hierro; dado que sus raíces crecen superficiales. Por esta razón, en el jardín debe contar con un lecho elevado y si se planta en interiores. La mejor opción son las macetas de arcilla.
Además, se debe considerar que es una especie que no necesita grandes cantidades de fertilizante y sus raíces no deben quedar totalmente cubiertas de abono o de tierra.
Por otra parte, a fin de brindar el espacio adecuado para su crecimiento, es aconsejable conservar una distancia de metro y medio entre cada planta. No debemos olvidar que la azalea es una especie que crece despacio, por lo que debemos ser pacientes para poder disfrutar de la belleza de sus flores.
Lo más importante de sus cuidados
Debemos estar atentos a los cuidados de la azalea si queremos verla crecer saludable. Para ello, su necesidad primordial es el riego; el cual debe ser con agua filtrada y frecuente durante el verano (sin llegar a encharcar sus raíces). Sus hojas y flores no deben mojarse para evitar los hongos; por lo que su riego debe limitarse a la raíz.
También es importante saber que la planta de azalea no soporta los climas secos, cálidos y tampoco los lugares oscuros. Por esto, se debe mantener la planta en lugares donde recibe suficiente iluminación natural, frescura y sombra parcial; una buena opción sería ponerla debajo de un árbol o en interiores ventilados y lejos de fuentes de calor.
Algunas variedades necesitan de una poda frecuente. Para podar azaleas existen dos técnicas: la poda de adelgazamiento y la poda de renovación. En el caso de la poda de adelgazamiento, esta técnica permite la eliminación de flores marchitas, secas y viejas; así mismo, favorece el poder retirar las ramas secas y recortar todas aquellas que bloquean el paso de luz a la planta.
Por su parte, la poda de renovación de la azalea es un proceso por medio del cual se pretende eliminar gran parte de la planta, esto con el fin de promover su renovación, favoreciendo el crecimiento de tallos fuertes y robustos para que la planta se mantenga saludable y bella.
De igual manera, se debe prestar atención a los insectos que las atacan, ya que podrían causar graves daños e incluso marchitarlas; por lo que es recomendable revisar sus hojas con frecuencia en busca de ácaros, pulgones o arañas rojas y utilizar productos adecuados para su eliminación.
Aunque es una planta que requiere de ciertos cuidados, bien vale la pena tenerla en casa para disfrutar de la belleza y colorido de sus flores perennes.