Muchos creen que el cultivo de cannabis es completamente ilegal. Sin embargo, existen variedades que se puede tener en casa y no representan ninguna violación a las normas establecidas. Siendo así, puedes tener la planta a mano para tu uso personal, cada vez que lo requieras.
El cultivo de cannabis light en casa es una excelente alternativa para quienes buscan un ansiolítico natural potente, con los beneficios del CBD sin efectos psicoactivos. Al cultivar esta planta en casa, puedes controlar todo el proceso de crecimiento, asegurándote de obtener un producto seguro y adaptado a tus necesidades.
¿Por Qué Elegir Cannabis Light?
La cannabis light, con alto contenido de CBD y niveles bajos de THC (menos del 0,2%), es legal en muchos países y proporciona los beneficios terapéuticos del cannabidiol sin los efectos psicoactivos del THC. Gracias a sus propiedades relajantes, el CBD ayuda a reducir la ansiedad, el estrés y a mejorar el estado de ánimo, lo cual convierte a la cannabis light en un ansiolítico natural ideal para quienes desean evitar medicamentos sintéticos.
Paso 1: Escoge la Variedad Correcta
El primer paso es elegir una variedad de cannabis light que se adapte a tu espacio y al perfil de efectos que deseas. Existen variedades de cannabis light con perfiles específicos de CBD que ofrecen efectos relajantes y calmantes, ideales para el manejo de la ansiedad. La elección de una variedad rica en CBD y con bajo THC asegurará que puedas disfrutar de sus propiedades sin experimentar alteraciones psicoactivas.
Paso 2: Prepara el Espacio de Cultivo
El cannabis light se puede cultivar en interior o exterior. Si tienes un espacio al aire libre, elige una ubicación que reciba al menos 6 a 8 horas de luz solar directa al día, ya que esta luz natural ayuda al desarrollo de la planta. Para quienes cultivan en interior, una lámpara LED de espectro completo es ideal, porque simula la luz solar natural y permite regular el ciclo de luz para el crecimiento y la floración.
Otro aspecto a considerar es que el espacio que elijas para su cultivo tenga buena ventilación para evitar problemas de moho o plagas. Puedes añadir un ventilador pequeño para mantener el aire en movimiento y favorecer un crecimiento saludable de la planta.
Paso 3: Selecciona el Sustrato y los Abonos
El cannabis necesita un suelo bien nutrido para crecer fuerte y saludable, de tal manera que pueda transformar los elementos que absorbe del suelo en las sustancias requeridas para causar el efecto deseado. Un sustrato especializado para cannabis o uno universal mezclado con perlita y fibra de coco, ofrece una base rica en nutrientes. Para optimizar el crecimiento, se recomienda el uso de fertilizantes orgánicos que contengan nitrógeno, fósforo y potasio, especialmente en las fases de crecimiento y floración.
Si prefieres una opción completamente natural, puedes enriquecer el sustrato con compost, cáscaras de huevo o posos de café. Esto mantendrá tu cultivo libre de químicos y asegurará que las plantas reciban todos los nutrientes necesarios.
Paso 4: Controla el Ciclo de Luz
El cannabis necesita un ciclo de luz y oscuridad específico para crecer y florecer. Durante la fase de crecimiento, la planta requiere unas 18 horas de luz y 6 de oscuridad. En la fase de floración, este ciclo cambia a 12 horas de luz y 12 de oscuridad, lo cual indica a la planta que es tiempo de empezar a producir flores.
Paso 5: Cosecha y Secado
Una vez que las flores de cannabis han madurado, lo cual suele tardar entre 8 y 12 semanas, llega el momento de la cosecha. Para secar las flores, corta las ramas y cuélgalas en un lugar oscuro, seco y bien ventilado. Este proceso de secado es crucial, ya que influye directamente en la calidad del producto final y puede tomar entre una y dos semanas.
Disfruta de tu Cannabis Light
Cuando las flores estén bien secas, el cannabis light estará listo para su consumo. Puedes utilizarlo en infusiones, vaporizaciones o incluso preparar aceites caseros que conserven sus propiedades ansiolíticas y permitan su absorción por la vía deseada.
Finalmente, el CBD actúa reduciendo el estrés y mejorando el estado de ánimo de forma natural, sin generar dependencia. Es recomendable comenzar con una dosis baja y ajustarla según las necesidades personales.
Como te has podido dar cuenta, no es imposible contar con tu propia fuente de cannabis de alta calidad, desde la comodidad de tu hogar. Bastará con elegir la variedad correcta, que sea legal y dedicar tiempo a su cuidado y mantenimiento para disfrutar de todos sus beneficios. Además, lo mejor es que puedes controlar los químicos que entrarán en contacto con la planta, asegurándote de que sea una producción de cannabis libre de químicos tóxicos que podrían ir en contra de tu salud.